El otro diluvio

6 Ene

El otro diluvio

Diciembre 28, 2008

Autor:Manuel Carmona | oldearth.wordpress.com

Son diversas las culturas que han recogido en sus tradiciones la historia de un diluvio, de mayor o menor magnitud. Dos de estas historias, la que recoge el Génesis, el primer libro de la Biblia, y el poema de Gilgamesh, el cuento más antiguo del que se tienen noticia, presentan grandes similitudes. Estos parecidos se hacen comprensibles al observar que ambas historias nacieron en prácticamente la misma zona geográfica del mundo.

Se encuentran ciertos paralelismo entre la narración del diluvio recogida en el Génesis y en las historias mesopotámicas sobre el mismo. Sobre el diluvio encontramos tres versiones: el Poema de Atrahasis (hacia el 1635 a.C.), el Poema de Ziusudra (hacia el 1600 a.C.) y el Poema de Gilgamesh que conocemos hoy en día gracias a las copias hechas en Ninive y en otras ciudades en el primer milenio de nuestra era. Este último parece una adaptación de la historia del diluvio recogida en el Poema de Atrahasis.

Aunque algunos aspectos del relato nos pueden parecer de leyenda, en realidad, Gilgamesh no fue sólo un héroe mitológico, Gilgamesh fue un rey de Uruk, ciudad del sur de Mesopotamia (llamada Érec en el Génesis 10,10). Casi con toda seguridad fue un rey que vivió hacia el 2700 a.C.

Buscando la inmortalidad, Gilgamesh viaja hasta encontrar a los únicos humanos inmortales: Utnapishtim y su esposa. Utnapishtim (cuyo nombre significa “aquel que encontró la vida”) explica que los dioses le concedieron la inmortalidad porque sobrevivió al diluvio y cuenta su historia a Gilgamesh. Vivía en Shuruppak (actual Fara) a orillas del Éufrates cuando los dioses decidieron enviar un gran diluvio a la Tierra. El dios Ea era amigo de los humanos y decidió prevenir a Utnapishtim sobre el desastre que se cernía sobre la humanidad. Le dijo que construyera un barco en forma de cubo de 120 codos de lado (unos 60 metros) y que lo dividiera en siete alturas y cada altura en nueve habitáculos. Debía de embarcar en la nave oro, plata, ganado y animales salvajes. Utnapishtim subió al barco junto con su familia y sus artesanos. Durante seis días y siete noches se ennegrecieron los cielos y rugió la tormenta. El barco se detuvo en el monte Nisir. Utnapishtim soltó una paloma, que regresó al no encontrar donde posarse, luego una golondrina que también regresó, por último un cuervo, que no regresó. Utnapishtim desembarcó de la nave y ofreció un sacrificio a los dioses. Por haber salvado a la humanidad los dioses premiaron a Utnapishtim y su esposa con la vida eterna.

Encontramos historias sobre diluvios en las mitologías de varios pueblos del Pacífico, de América, del sur de Asia en incluso de Oriente Próximo. De todas estas historias, la recogida en Gilgamesh 11 es la más parecida al relato bíblico.

diluvio

Referencias:
1. Atlas histórico de la Biblia. Paul Lawrence. Ed. Edelvives
2. Wikipedia