BUENOS AIRES, 21 Jun. 10 / 11:28 pm (ACI)
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, afirmó que la defensa del matrimonio y la familia no es una cuestión religiosa, y llamó a los argentinos a movilizarse a favor de estas dos instituciones para proteger el derecho de los niños a crecer en un hogar con un padre y una madre.
“En este campo, hay otras religiones que también están de acuerdo con el orden natural de las cosas tal como lo percibe una conciencia rectamente formada. Se trata de un tema de razón natural y de sentido común sobre el cual una minoría ideologizada y militante procura cambiar el juicio de la población”, señaló el Prelado durante el programa Claves para un Mundo Mejor.
Asimismo, advirtió que “llama mucho la atención el afán con el cual el actual gobierno promueve la sanción del proyecto de ley” para legalizar el mal llamado matrimonio homosexual.
“Es notable, porque en las plataformas de los partidos que participaron de las últimas elecciones, en ninguna de ellas se proponía a la ciudadanía semejante alteración del Código Civil y del ordenamiento jurídico y social de la sociedad argentina”, indicó.
El Prelado recordó el deber del Estado de tutelar el matrimonio entre un hombre y una mujer, y no de dar un estatuto de derecho público a las uniones homosexuales y equipararlo al matrimonio, porque ello implica una alteración de su esencia “y por consiguiente del ordenamiento jurídico de la sociedad“.
“Los problemas y las situaciones de diversa índole que se suscitan en la convivencia de dos personas, sean del mismo o de diferente sexo, pueden resolverse en el campo del derecho común. Pero aquí lo que se quiere es crear una institución de derecho público equiparable al matrimonio y con la capacidad de adoptar hijos invocando un principio de igualdad que confunde realidades diferentes y discrimina en contra de la naturaleza de las cosas”, advirtió.
Mons. Aguer señaló que “en la sanción de esta ley se juega algo extraordinariamente grave para el futuro de la sociedad argentina” y por ello es necesario que el pueblo reaccione y se manifieste públicamente a favor de la familia.
“Por el derecho de los niños argentinos de las próximas generaciones a ser criados y educados por un papá y una mamá, de lo cual depende en buena medida el futuro de la Patria”, exhortó.
Después de las afirmaciones sobre la homosexualidad
“Van a decir ‘el fanático de Lona es un nazi o un fascista’, pero yo estoy defendiendo la democracia”
La reflexión del obispo de San Luis se la guardó para el final, cuando ya había criticado el proyecto de matrimonio gay y había hecho sus consabidas referencias a la “tendencia” que se puede curar con “un buen tratamiento psiquiátrico”, refiriéndose a la homosexualidad. Dijo también que la ley que trata en Congreso es fruto de “una avanzada de los activistas” homosexuales, los mismos, según él, que antes decían que el matrimonio era una institución en vías de extinción.
Jorge Luis Lona comenzó su alocución en tono autoreferecial sobre su tardía vocación sacerdotal ante los cristianos de distintas Iglesias, católicas y evangélizas que se movilizaron el sábado último por las calles de la ciudad y realizaron un acto frente a la Catedral “En defensa de la familia”, contra el proyecto del matrominio de personas del mismo sexo que está en el Congreso de la Nación.
Luego señaló que “no es una familia la que no puede tener hijos y la que tampoco puede ser fiel”.
“La peor desgracia, (es que) está demostrado que las pobres personas homosexuales que se dejan arrastrar por esa tendencia -porque también se puede luchar contra ella y vencerla- nunca van a encontrar (con sus parejas) la satisfacción que buscan, entonces cambian. La historia del gay, la historia de las personas que viven actívamente esa vida, es una historia de tener cincuenta parejas distintas por año” afirmó Lona, aunque situó la estadística en los EEUU.
“Nunca es encontrar la felicidad que encuentra la unión entre un hombre y una mujer, pues como es entre el mismo sexo, nunca termina de ser el encuentro que tiene que ser. Dios nos hizo diferentes”, advirtió.
“Estamos ante una enorme bifurcación, el futuro de la patria se abre en dos: elegir la satisfacción sexual que no puede dar vida, que no puede lograr integridad -en algunos casos lo logran, pero es la excepción, no la regla- o la familia”.
Luego señaló que había una avanzada de los “activistas homosexuales”, ya que antes pedían “la pareja suelta, la pareja que se pudiera formar hoy y cambiar mañana y ahora quieren el matrimonio. La explicación es que quieren que aparezca como ‘normal’ que la familia sea cualquier cosa, que la familia no sea para tener hijos”.
En otro tramo se refirió a la adopción que podrían hacer las parejas homosexuales: “El niño tiene derecho a tener papá y mamá”, pero “quieren que todo vaya en contra de la propia verdad de lo que somos y de ese amor que es la felicidad”.
“Las mismas personas” que “hace treina años vienen diciendo que el matrimonio se acabó”, son las que “ahora vienen a pedir el matrimonio”.
Luego remarcó que detrás de esta ley “se viene la aprobación del aborto”. Lona resaltó:entonces “que nos vamos a quejar de los delincuentes, si va a ser una ley que se asesine a un niño”.
“Las personas homosexuales son dignas del mayor de los respetos, comprensión y ayuda, pero para ayudarlas, lo primero que hay que hacer, es decirles la verdad” y luego de analizar las razones para que las personas sean homosexuales, dijo que con voluntad “siempre se puede luchar contra esta tendencia”. Indicó que “necesitan la ayuda de un buen psiquiatra que los anime a creer que son libres” para elegir,
Luego atacó a la incorporación de la educación sexual, porque “esto se va a enseñar en los colegios y entonces nos destruyen la mente”.
En los últimos minutos de su alocución, el obispo de San Luis les envió un mensaje a los políticos que levanten su mano a favor de la ley: “No crean que van a conseguir votos con esto, creo que va a ser al revés”, adviitió. “No hay que votarlos nunca más a esos partidos”, disparó.
Después imaginó los titulares de los diarios con sus dichos,que hablarían “del fanático de Lona” o de “nazi” o “fascista”, pero aseguró que lo que hacía “es defender la democracia, que es un sistema de representación que se basa en que el pueblo, no solo debe saber de qué se trata, sino que opina”.
Informe: Gustavo Senn gustavosenn@gmail.com
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