Nos llama…
La ceremonia pascual se rige por un programa específico. Las dos primeras noches, se llaman “seder”, lo cual significa “orden”. Tienen un libro que detalla este programa, llamado “hagadá”, ilustrado y esquematizado de tal manera que puedan seguir con precisión las indicaciones. Son formalidades de gran antigüedad, cuya práctica se remonta al Templo de Jerusalén. Desde la destrucción del segundo Templo, la fiesta de Pascua se celebra exclusivamente en el hogar, con la oportunidad de reunir a toda la familia alrededor de la mesa del Seder, en la cual participan todos los miembros de la familia.
El ceremonial abarca desde el primer plato hasta los postres y está basado en esta indicación divina
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“Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto” (Éxodo 13:6-8)
Esa noche, la puerta de la casa permanece abierta y el dueño de casa, antes de sentarse a la mesa se asoma e invita a todo el que tenga hambre para que entre y coma: “¡El que quiere celebrar el Pesaj, venga y festeje con nosotros!”. Tiene que ver con el que está solo y desamparado.
La invitación del padre de familia, ¿no le recuerda la del mismo Señor?
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“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6)
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“Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis” (Lucas 6:21)
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“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
El también nos vio solos y desamparados…
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“Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36)
Y nos llamó a comer…
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“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35)
¿Nos sentimos solos? ¿Creemos estar desamparados? Apropiémonos de las palabras del Salvador…
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“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37)
Recordemos: Podemos acudir al Señor para celebrar y saciarnos junto a El…
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