¿Esta el Capitalismo en Crisis?

6 Nov

¿Esta el Capitalismo en Crisis?

05.11.08 

Entre las docenas de tonterías que se escuchan estos días con motivo de la hecatombe económica nacional y de la crisis de confianza en las finanzas internacionales, las hay que auguran el fin de la economía de mercado o la refundación del capitalismo. Son solo eso, tonterías.

La economía de mercado sobrevivirá y los gobiernos que la limitan innecesariamente serán quienes no lo hagan.

El ansia humana de tener libertad económica, como política, de elegir empleo o el producto que comprar, es tan natural como absurdo prohibirlo, Cuba o China solo crecen en la medida en la que dan libertad comercial o de empresa a sus ciudadanos, y cuando no lo hacen surge el mercado negro.

Está en nuestra naturaleza intercambiar, primero con el trueque y después con la moneda y eso es la economía de mercado, con la que ningún gobierno puede terminar.

Ahora bien, este tipo de economía no es perfecta y además precisa para su desarrollo de un Estado fuerte que regule con eficacia.

La economía capitalista no solo no es incompatible con un gobierno potente sino que aquella solo se desarrolla cuando existe un Estado garante de propiedades y que vele eficazmente por que se den las condiciones indispensables de libre concurrencia y transparencia de los mercados.

La situación crítica en que nos encontramos se debe, además de a gobiernos ineficaces como el español, también a fallos del sistema por falta de transparencia en el mercado financiero, que ha llevado a que se diera gato por liebre en muchas ocasiones.

Es como si en nuestro supermercado hubiese luche adulterada o tóxico y cuya composición resultara desconocida por carecer, además, de etiqueta, habría tanta desconfianza en la leche y en el supermercado como la hay hoy en los productos financieros –fondos, depósitos,…- y en aquellos bancos que han tolerado estas prácticas.

Por tanto son los gobiernos quienes, para que la economía funcione, han de velar por el cumplimiento de las reglas del juego, entre ellas la de la transparencia informativa.

No puede permitirse que se vendan –titulicen- hipotecas de escasísimas garantías –toxicas- como si fueran buenas, ni tampoco fondos ni otros activos financieros de composición desconocida o con información insuficiente.

Los bancos y los países que así han actuado deben pagar con su cuenta de resultados buena parte de esta crisis financiera, y cuando esta se resuelva quedará la auténtica crisis real que azota a España.

Zapatero es el peor gestor económico de la democracia, hay que llegar a 1967 para encontrar datos tan horrendos como los que se dan con el desempleo nacional, con 800.000 parados en un año mientras la mayoría de Europa sigue creando empelo.